nueva agenda
Por una nueva agenda para la paz y la justicia

Necesitamos un sistema político y económico global progresista cuyo enfoque central sean los seres humanos. Los desafíos en el mundo de hoy son múltiples y en muchos países el estado de emergencia ya se ha convertido en una situación normal.

Esto se nota, por ejemplo, en la crisis actual de refugiados y en la propagación del terrorismo global y del extremismo religioso. Por el otro lado, también hay avances positivos: ¡En ningún otro momento de la historia humana hubo un número tan alto de democracias en el planeta! En vista de que hay cada vez más países que se unen a la democracia y al mismo tiempo se enfrentan a desafíos como el aumento de terrorismo, extremismo y conflictos armados, como progresistas tenemos que ofrecer soluciones políticas que promuevan la cooperación en lugar del enfrentamiento, que apuesten por la diversidad y creen un clima de inclusión y de justicia social en un mundo cada vez más globalizado.

Los retos de los últimos años son fundamentalmente diferentes a los choques económicos de los decenios pasados. Esto se debe principalmente a la coincidencia de diversas crisis: el impacto de la crisis económica y financiera es exacerbado porque concurre con una amplia crisis ecológica y la ausencia de justicia social que una y otra vez vuelve a desembocar en violencia ilimitada, sea en forma de terrorismo o guerras civiles. Los modelos de desarrollo predominantes y sus patrones económicos y de consumo, así como sus regímenes culturales y sociales, se han agotado en muchos lugares.

Los objetivos centrales de una política progresista con un enfoque global son la prevención de conflictos y la creación y la conservación de la paz. Como fuerzas progresista queremos emplear nuestros medios y capacidades para fomentar la paz y el desarrollo. Tenemos que actuar más temprano y con mayor determinación y eficiencia. Nuestros principios de acción son el entendimiento y la solidaridad internacional, así como el desarrollo común y la seguridad a través de la cooperación. Estamos convencidos de que la ley de la selva debe ser restringida por la fuerza de la ley y la justicia.

La pregunta decisiva de nuestra época es si el siglo XXI traerá paz y justicia para todos y todas o si desembocará en luchas encarnizadas de distribución y violencia desenfrenada. Estamos convencidos de que la paz, el progreso sostenible y la justicia social son posibles en la era global. Y junto con la mayoría de la humanidad estamos dispuestos a llevar adelante la lucha política – ¡por una nueva agenda para la paz y la justicia!

 

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En el marco de la campaña «Por una nueva agenda para la paz y la justicia» la Alianza Progresista organizará un intercambio sobre estos temas en las principales regiones del mundo en 2016 y 2017 e incluirá para este fin los sindicatos y la sociedad civil progresista, igual como se hizo en la pasada campaña sobre «Trabajo decente en todo el mundo».

Además de la discusión programática sobre la paz y la justicia seguiremos brindando nuestro apoyo activo a todos aquellos que estén amenazados de opresión y persecución. La historia nos ha mostrado: Nuestra fortaleza como fuerzas progresistas, socialdemócratas y socialistas está basada en la solidaridad internacional.

Para asegurar que nuestra agenda progresista se convierta en una realidad política tenemos que ganar elecciones. Por lo tanto, además de las acciones de solidaridad y las discusiones programáticas continuaremos sobre todo el intercambio sobre campañas electorales progresistas y la organización de los partidos.