Philippines
La Alianza Progresista condena las matanzas diarias en las Filipinas

Estamos indignados ante la nueva escalada de impunidad homicida provocada por la administración Duterte que causó la muerte de 32 sospechosos de tráfico de drogas solamente en la provincia filipina de Bulacán en el transcurso de 9 horas ayer y la muerte de 22 personas en pocas horas en el día de hoy.

No le bastó al Presidente Duterte envalentonar a la policía a ejecutar de forma sumaria a sospechosos sin la presunción de inocencia. Ahora el presidente respalda matanzas de personas pobres e indefensas cometidas por el Estado y tiene palabras de elogio para el sistema de justicia pervertido en Filipinas.

In un solo discurso el Presidente Duterte logró alabar públicamente al personal uniformado que está detrás de las operaciones masivas realizadas simultáneamente en varios sitios, y amenazar de matar a defensores de derechos humanos que «obstaculicen» su idea pervertida de justicia.

Estas palabras estuvieron en fuerte contradicción con su previo reconocimiento de que las Filipinas no pueden erradicar las drogas ilegales completamente en vista de que países más avanzados como los Estados Unidos de América no lograron hacerlo con un enfoque basado únicamente en la actuación policial. Y la situación es igualmente contradictoriacuando sospechosos pobres sean ejecutados casi inmediatamente mientras que personas de un alto rango gozan de los beneficios de investigación y enjuiciamiento o incluso un perdón prematuro.

También constatamos que cuando partidos progresistas y organizaciones de derechos humanos llaman la atención sobre estas contradicciones correrán el mismo riesgo de que se dirijan las armas contra ellos. El libro de tácticas del Presidente Duterte es inspirar valor entre los asesinos e infundir el miedo entre todos aquellos que opongan resistencia.

Hacemos un llamamiento al resto de la comunidad internacional a continuar ejerciendo presión sobre el gobierno de Duterte con el fin de acabar con los asesinatos en el país. Los miembros de la Alianza Progresista en todo el mundo apoyamos a los defensores de los derechos humanos y somos solidarios con aquellos que luchan implacablemente contra los excesos de la administración Duterte especialmente en contra de la gente pobre.

En un esfuerzo de ganar una guerra cuyo final no se vislumbra, el Presidente Duterte ha traicionado al pueblo filipino que ahora saldrá perdiendo. Nunca es posible conseguir el éxito con operaciones policiales masivas que no son otra cosa que matanzas masivas.